La cuestión del uso del dinero ocupa el centro mismo de nuestro discipulado cristiano.
La cuestión del uso del dinero ocupa el centro mismo de nuestro discipulado cristiano.
Las casas tienen un valor de venta; los terrenos pueden ser vendidos y vueltos a comprar. Se puede perder una reunión y volver a ponerse en el calendario, pero no se puede reponer el tiempo.
SE HA DICHO QUE EL TIEMPO ES UNO DE NUESTROS MÁS PRECIADOS RECURSOS. Por el hecho de que no puede ser renovado, esto es evidentemente cierto. Pero su alto valor no solo se debe a su naturaleza efímera.
PROMETIÓ QUE SUS SEGUIDORES QUE CREYERAN EN ÉL TAMBIÉN HARÍAN ESTAS COSAS. También prometió que estos seguidores harían cosas «mayores».
Tengo una convicción que estas obras «mayores» no se refieren a milagros físicos. Jesucristo alimentó a 5,000 hombres y a sus familias con tan sólo cinco panes y dos peces. ¿Cómo puede alguien hacer un milagro más grande que éste?